El
arte de Michael Wilkinson retrata todo lo que es magnífico y hermoso en
el espíritu humano, utilizando el ideal para mostrarnos las
posibilidades en la vida y las potencialidades dentro de nosotros
mismos.
Nacido en California y formado como arquitecto, Michael Wilkinson
comenzó su carrera artística en Nueva York en 1979.
En 1985, Wilkinson
pasó de trabajar de forma única del bronce al acrílico fundido.
Un precursor en el medio, Wilkinson utiliza acrílico para crear mundos
oníricos, comunicar temas complejos sin dejar de incorporar el realismo
en su arte.
A diferencia de la tradicional, estas esculturas acrílicas no tienen principio ni fin; sin espalda y sin frontal. Ellos son vistos de una manera nueva; estudiado y observado en su totalidad desde el interior y el exterior.
Al trabajar durante casi una década en acrílico, Wilkinson expande
constantemente su talento para esculpir "la luz" de forma original.
Sublime, la belleza siempre es la manifestación de las creaciones y proporciones de la naturaleza.
ResponderEliminarRealmente un artista que sabe llegar al alma.
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