lunes, 26 de septiembre de 2016

GRIS



Mi vida sin ti es como odiarme yo mismo. Vacío. Eco. Frío...
Cuando tú no me vistes con tu mirada, yo estoy gris.
Cuando tú no me haces reír y respiro la humedad de tu ausencia....yo me vuelvo gris.
Cuando la distancia se hace más dura y las palabras de tu boca escasean...yo soy gris...
Y me da miedo. No puedo evitarlo. Es como caer al vacío y preguntarte qué no estás haciendo bien, por qué caes y no vuelas o por qué no puede la inercia devolverte arriba.

Cuando tus manos ya no acarician mi piel, yo estoy gris.
Cuando la casa no huele a ti y oigo mis propias palpitaciones...me vuelvo gris.
Cuando espero encontrarte al despertar y solo acaricio las sábanas frías, yo soy gris.

Porque la vida es dura a veces y excesivamente bondadosa en otras. Porque da y quita. Encuentra y elimina....es la vida, y yo, no puedo hacer más que estar en ella. A veces de colores. A veces en grises.

El viento daña mi cara, hacer llorar mis ojos, me empuja y me tira al suelo....y hasta en ese mismo suelo, te busco, te suplico y te rezo. ....Porque estoy gris.....y el gris me estrangula poco a poco, hasta que nadie se de cuenta de que he desaparecido, me he disuelto en mis lágrimas y me he transformado en la fragancia de tu piel.

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