Espacio dedicado a la belleza por la belleza.Manierismo. Naturaleza, estatuas, bosques,industrias,hombres, atmósfera, música inovadora. Todo aderezado con un toque gótico y provocador.
domingo, 29 de marzo de 2020
TODAS LAS VIDAS BUSCÁNDOTE....
Viví más de cien vidas en este Universo infinito y, en cada una de ellas, te estuve buscando. Paseaba por las calles, como perdido, esperando reconocerte de aquella otra vida, de aquella otra historia, donde ambos éramos la comunión perfecta de nuestras almas.
Y cuando nos separó la muerte quedé sumido en un vacío lleno de dolor y ecos del cual nunca pude escapar. Te busqué en otra vida, y en otra, y en otra....y no pude encontrarte. Besé otros labios buscando los tuyos por si en este Universo loco y caprichoso hubieras cambiado de forma, aspecto o color. Nada.
En mi desespero mis propias lágrimas me impedían verte entre la gente y la búsqueda se me hizo tan eterna como infructuosa. Busca en las miradas, en los olores, en el aura de las personas. Pero tú no estabas.
Todo en mí era otoño.
Yo me convertí en lo que quedaba de un hombre. Apenas podía dejar de llorar y, a duras penas, podía sostenerme en pie. Pero no desvanecía, seguía buscándote como quien busca el latido nuevo en su corazón. El Destino me había privado de ti. Me confundía con la multitud de la calle que me golpeaba como a un muñeco sin vida, entre codazos y empujones.
Y pasaron más vidas con la lentitud del piano que resuena en una estancia vacía y abandonada. Pasaron siglos. Moría y nacía sólo para buscarte. Vivía para estar a tu lado y fundirme contigo como se funden las raíces de los árboles con la tierra fértil.
Yermo. Erial.
Y un día, en esta vida que estoy gozando, te vi en una fotografía, quise reconocerte y di mi alma por saber si eras tú. Tras días de espera contacté contigo y me apresuré a quedar. Mi corazón se salía del pecho. Tenía tanto miedo de que no fueras tú que estuve a punto de abdicar pero, llegado a esta altura, no podía vencerme y olvidarte, así que ese día acudí a tu encuentro.
Me puse a pasear en círculos esperándote con un nudo en el estómago y ganas de llorar de miedo y dudas. Por fin apareciste. Me acerqué y, a través de tus ojos te vi. Ahí estabas tú tras siglos de búsqueda, tras esa mirada que tan solo podía ser tuya. Besé tu mejilla y te susurré: "Por fin te encontré, mi vida. Te busqué sin desfallecer y la vida nos volvió a unir". Y sellamos nuestro amor con un beso eterno.....
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Imposible no quererte mi vida.
ResponderEliminarTE AMO!
Bello relato de amor posible.
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